jueves, 1 de marzo de 2012

Cenizas en el Cielo Nocturno - Tiempo Entre Actos - Ingrid Weiss


Tras visitar su nuevo hogar y quedar más que satisfecha con el resultado, Ingrid decidió invertir algo de tiempo en su tienda, por lo que pasó varias noches en la oficina haciendo cuentas y hablando con los diseñadores y encargados de ella poniendo al día el negocio. Una noche, cansada ya de tanto papeleo, decidió salir a despejarse un rato, y porque nó, a tomar un trago. Estubo caminando por las calles más animadas, y entre ellas, hubo un lugar que le llamó la atención; se trataba de un club bastante grande y bien iluminado, y en el que había una larga cola de espera para entrar en él, aunque eso no le preocupaba en absoluto.
Caminó, ignorando a la gente hacia el gran portero que se encontraba vigilando la entrada, y utilizando sus habilidades para el control mental, ordenó al guardia que le cediera el paso, pero, cual fue su sorpresa cuando obtuvo una negativa por respuesta. Cerca de allí, un jóven que observaba la escena con cierta diversión, se acercó, la tomó de la cintura y haciendo un gesto al portero entraron al local sin ningún problema, Ingrid se giró y descubrió que se trataba del enmascarado misterioso que les había ayudado con anterioridad, éste se despidió de ella y se perdió entre el gentió, pero Ingrid pensó que esto no podía quedarse así, y se dedicó a buscarlo entre la multitud, que bailaba desenfrenadamente en la sala al ritmo de una frenética música electrónica.
Lo encontró cerca de la barra y se acercó para conversar con él, también descubrió que en el local servían un tipo de bebida “especial” adecuada a ella, aunque debido a su maldición no pudo nisiquiera probarla. Tras un rato de charla y agradable conversación, decidieron ir a un lugar más tranquilo e íntimo para seguir con la fiesta, salieron ambos de allí, y Belpeghor, el enmascarado, la llevó en su enorme motocicleta hacia un hotel donde pasaron el resto de la noche.
Pasaron las noches y sus encuentros fueron cada vez más a menudo, aunque siempre intentaron ser lo más discreto psible debido a su condición; ella era de la camarilla, y él, se rumoreaba que del Sabbat, aun así, sus sentimientos eran cada vez más fuertes y llegaron al punto de vincularse el uno al otro. Belphegor se abrió ante ella, le contó su historia, sus motivos y le enseñó lo que se escondía tras la máscara, secretos que ella guardaría para siempre en su interior.
 Una noche Ingrid recibió una visita poco habitual, se trataba de su Sire, quien había escuchado rumores de que su chiquilla se estaba viendo con un miembro del Sabbat, ante esto, ella lo negó todo pese a su insistencia, y Kleist, se marchó de allí añadiendo que si por un casual era cierto, cortara todos sus lazos de inmediato…

2 comentarios:

  1. Me encanta, vaya culebrón me monto jajaja.

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  2. Le pudiste mentir a tu Sire? Que sire tan bueno tienes, con lo facil que hubiese sido sacarte la verdad xDD

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